martes, 6 de abril de 2010

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Lo malo de los besos es que crean adicción...

Felicidades :)

domingo, 21 de marzo de 2010

La isla estrecha

Érase una vez un profesor universitario que le dio por escribir literatura matemática...

Érase una vez una asignatura abstracta como análisis matemático...

Érase una vez un cuento:

La isla estrecha

En un lejano mar hubo una vez una isla tan estrecha que era conocida como la isla recta. Solamente sus dos extremos tocaban el mar y allí se habían instalado para siempre dos importantes personajes: Cero y Uno.Los demás no podían disfrutar de tal situación, pero se resignaban a su suerte y permanecían unos junto a otros en buena armonía sin moverse.Y eran tantos que, aunque todos pensaban que debería haber alguien situado a su lado, no sabían a ciencia cierta quien era, de tantos como había muy próximos.

No se podía decir que tuvieran un régimen democrático, porque el señor Can dirigía sus vidas de forma permanente. Can era un personaje de prestigio por su habilidad para manejar colecciones enormes de cosas y saber distinguir muy bien unas de otras. Al parecer, no vivía en la isla. Tenía un padrón de todos los habitantes que asignaba nombre a cada uno sin que hubiera peligro de confusiones. Se trataba de un sistema muy ingenioso inventado por él que requería solamente tres signos que podían repetirse a conveniencia en cada nombre. Los nombres no eran otra cosa que listas más o menos largas confeccionadas con los tres signos, sin que fuera necesario utilizar los tres en todas ellas. Para la mayoría de los isleños su nombre era interminable.

Merece la pena citar los tres signos: uno era incoloro y redondo, otro era azul y el tercero era rojo. En principio esto no tenía connotaciones políticas, pero los acontecimientos que vinieron después pusieron de manifiesto que no era indiferente que en un nombre predominara el rojo o el azul, sobre todo en el caso de ser interminable y carecer de signo azul. Además, estaba prohibido que un nombre interminable tuviera una parte final completamente roja.

Unos habitantes de la isla eran nobles y otros no. Era característico de la nobleza tener nombres no interminables y daba igual que prevaleciera el rojo o el azul. El más noble tenía nombre más corto y quizás por esta razón Cero y Uno se habían instalado de inicio en su posición de privilegio. Por cierto, habíamos olvidado decir el nombre de Cero y Uno. Son dos nombres con un único signo, sin repetirse. El signo rojo simple estaba suprimido por razones técnicas: quizás porque Can lo reservaba para sí. El nombre de Uno era un único signo azul y el de Cero no tenía más remedio que ser el signo incoloro y redondo, por cuya razón pasó a denominarse como el noble que lo encarnaba: cero. Salvo el de Uno, todos los nombres comenzaban por cero.

Una vez llegó una gran tormenta que inundó la parte central de la isla y ésta quedó partida en dos. Se produjo un gran desasosiego, pero algunos pensaron en positivo: al menos había dos habitantes más para poder instalarse en alguna de las dos nuevas posiciones junto al lago central. Allí se colocaron los dos más nobles que seguían a Cero y a Uno.

Lo curioso es que el fenómeno de la inundación se repitió al mismo tiempo en las dos islas, tras lo cual había ya cuatro y dos nuevos lagos con los consiguientes cuatro nuevos puestos junto a ellos, donde se colocaron enseguida los nobles siguientes en nobleza a los ya instalados.

En sucesivas etapas, las islas que iban surgiendo sufrían el mismo tipo de inundación. Cada etapa significa duplicar el número de islas y el de lagos, así como el de nuevos puestos de privilegio, reservados a los nobles. Los que ya estaban instalados observaron que las futuras inundaciones no les iban a afectar. No parecía que el azul o el rojo del nombre fuera relevante para tener más o menos opciones de alcanzar un sitio sin riesgos de inundación futuros, pero sí se constató que los nombres de los habitantes de las zonas que ya estaban inundadas tenían algún signo azul. Lo cual daba cierta tranquilidad a quienes solo tenían color rojo.

Así sucedió hasta el final de los tiempos y sólo entonces los nobles que se habían salvado por lograr una posición junto al lago comenzaron a pensar cuál habría sido el destino de otros nobles y de quienes no lo eran. Al parecer, no habían sido afectados por las inundaciones aquellos, nobles o no, cuyo nombre carecía de signo azul, aunque la mayor parte de ellos no había logrado abrigo junto a un lago.

El señor Can acudió a estudiar la situación. Como tenía el padrón de todos los habitantes de la primitiva isla y además había hecho un duplicado del mismo sin utilizar el signo rojo pudo comprobar efectivamente que los que carecían de signo azul en sus nombres eran tantos como los que figuraban en el primitivo padrón.

-Inexplicable-, clamaron al unísono los nobles que ocupaban situaciones junto a un lago, muchos de los cuales tenían un nombre con algún signo azul. ¡Parecía que no hubo perjudicados por las inundaciones e incluso había aumentado la población!

Sólo el señor Can pudo saber exactamente lo que había pasado, pero nadie más llegó a entenderlo. ¿Habían encontrado protección todos los nobles junto a un lago? ¿Quiénes y cuántos fueron realmente los afectados por las inundaciones? El señor Can hizo oídos sordos a estas preguntas y se limitó a recomendarles que estudiaran matemáticas.


He aqui la historieta. Un minipunto de salud, dinero y amor para quien me diga qué son los signos y quién es Can, y claro, qué es la isla.

Besotes matemáticos y casi semanasantinos!

domingo, 24 de enero de 2010

Bellas matemáticas


Os traigo una cosa que me ha dejado bastante alucinada.

Os pongo en situación:

2. El beso exacto
Como puedes ver en el dibujo, dados tres círculos C1, C2 y C3, tangentes entre sí dos a dos, existen exactamente dos círculos que son tangentes a los tres anteriores:

La fórmula para calcular el radio es:

2(s1^2 + s2^2 + s3^2 + s4^2) = (s1 + s2 + s3 + s4)^2
siendo s1= 1/radio C1 y esas cosas

A lo que iba, lo gracioso es que la demostración de la fórmula es una puta paja mental, atención:

Cuatro círculos llegaron a besarse,
es el menor el más curvado.
La curvatura no es sino la inversa
de la distancia desde el centro.
Aunque este enigma a Euclides asombrara
las reglas empíricas no son necesarias.
Como la recta tiene una curvatura nula
y las curvas cóncavas tienen signo menos,
la suma de los cuadrados de las cuatro curvaturas
es igual a la mitad del cuadrado de su suma.

...y luego dicen que las matemáticas no son preciosas!
...y en versión original hasta rima!!

Ahí lo tenéis, disfrutadlo, que manda cojones la demostración, ¿verdad?

Próximamente: cuento-reflexión de un profesor mío en el que los números son personas xD

Sed felices, nos vemos pronto! (en los bares, claro!)

lunes, 14 de septiembre de 2009

Intrucciones biblióticas

Como ir a la biblioteca, conseguir estudiar y no perecer en el intento.

  • Llega a una hora intempestiva. Con los ojos pegados a las 9 de la mañana tienes más posibilidades de que tu sitio reúna las características necesarias para que tu sufrimiento sea menor. Ve incluso a una hora a la que las personas normales -los estudiantes, obviamente, no están en este grupo- estaría comiendo/durmiendo/despertándose/saliendo de fiesta.
  • Estás en la puerta. Hay sitios libres -que no cunda la histeria-. Éste es uno de los puntos más importantes: selección de sitio. Es irreversible a menos que la biblioteca no se pete -lo que raramente ocurre-.

    Visualiza el terreno y las fuentes reales o potenciales de ruido y distracción (motores, bibliotecarias cotillas y cansinas, ventiladores, puertas, ordenadores, pavo con móvil, ventanas con niñatos gritando, música, fiestas del pueblo y buenorros -a menos que la visita a la biblioteca sea un nuevo análisis del ganado regional; si es así, no evites a estos últimos-).

    Esto no garantiza NI POR ASOMO que vayas a poder estudiar. Es muy probable que ese señor mayor que se ha levantado a por un diccionario y que esté a tu lado acabe siendo un loco que habla solo.

  • Iniciación breve a la historia del estudio.
    Te entrará sueño y tendrás que ir a por un café, no te habrás traído los papeles, no tienes tabaco, agua, golosinas o sucedáneos y tendrás que salir, te entra frío o te acuerdas que tenías que haber bañado al perro. El momento preparación es el instante en que te acordarás de todo lo imaginable, lo que atrasará inexorablemente nuestro avance hacia el aprobado.
    ¡Céntrate, hostias! Lo acabas consiguiendo. Sacas los apuntes, los dos millones de subrayadores de todos los colores del mercado y te preparas para lo peor.

  • "Pero en cuanto al poblamiento, hay que señalar que en los años de la posguerra se produjo un estanc..." ¡PUM! Algo interrumpe tu concentración: resulta que ¡te ha tocado!, hoy tenemos loco al lado. Esto tiene sus cosas buenas y sus cosas malas: no vas a estudiar una mierda, pero vas a pasar la mejor tarde/noche/mañana de biblioteca.

    Resulta que el señor de apariencia respetable al lado del que estás sentada se ha lanzado sobre la mesa. Don't panic, igual está durmiendo porque en su casa los niños no se callan ni metiéndoles la cabeza en el váter. Descripción de la situación:

    Un señor que podría ser tu padre está con la cabeza contra la mesa encima de unos apuntes de lo que parece ser historia del arte, salmodiando algo que no llegas a entender. Sin embargo, henchido por la emoción suelta insultos espontáneos.

Hoy no es tu día, si tienes una examen importantísimo al día siguiente y no sucede un milagro -escasos pero esperados- probablemente suspendas. Asúmelo y date un voltio, que nos vemos al día siguiente otra vez en ese lugar tan amado y odiado al mismo tiempo, la biblioteca.


Para los que, como yo, empiezan pronto las clases y se dan cuenta de que hay que volver a la tortura de junio, ¡ánimo!
Para los que siguen teniendo que ir aún en estas fechas, ¡quemadla!
Para los locos que van a no dejar estudiar y a costa de los cuales te echas unas risas, ¡seguid así! Aunque recordad que la proximidad de los exámenes es inversamente proporcional a nuestra capacidad de echarnos unas risas y no mandaos a tomar por culo.

Besitos veraniegos!

lunes, 20 de julio de 2009

Irlanda ♥

Si vas con un hermano toca-cojones de viaje, lo mejor que puedes hacer es hacerle chantaje con algo tan importante que ni sus ansias de sacarte de tus casillas sean mayores que el miedo a que se sepa. Como ejemplo, muestro las tres reglas básicas de la buena convivencia entre hermanos:

1. No me toques
2. No me toques los cojones
3. No tengo cojones

Las tres reglas han de repetirse hasta que el pariente en concreto sea capaz de recordarlas y cada vez que se infrinja una, se ha de amenazar y recordar que se está incumpliendo.

Es preferible, por supuesto, no contar con una tercera persona que de idea al esclavo de que puede rebelarse, pues el sistema dictatorial se vendría abajo y habría que comenzarlo de nuevo, tras el fusilamiento del espabilao de turno, ¿verdad Che Tamvara?

Grandes momentos que creo que sólo entenderán quienes los vivieron y que quiero plasmar:

-Lámpara grande: "voy con pantalón corto y pasando frío porque me he depilado y para algo he sufrido..."
-Lámpara no tan pequeña: Siete por cuatro, veintiocho... Sí, ¿no?
-Tu es taquine
-¿Perpetuarse? ¿Y eso qué es?
-Gaviotas y su búsqueda de palomas fértiles (muahahahaha)
-¿Vamos al Starbucks a jugar al culo con las cartas de Harry Potter?
-Mohammed: ¡BUM!
-Alemanes salaos invitacervezas
-Guiness a gogó
-A Tamara le pone el de los cerealeeees
-Fran tiene una novia rubia con el culo gordo xD
-Las gaviotas irlandesas son 3 veces las españolas
-Cinta aislante del baño de Tam-tam
-Putin de français
-Uruguayos regalacomida y argentinos babosos
-El parque ese grande es PRECIOSO xD
-Lo que sí que es precioso es DUBLINIA
-Mucho verde, mucho trébol, mucha mierda de gaviota
-Hace un frío que lo flipas
-O sea, yo soy artista, ¿vale?
-Nuestro bar
-Y todas esas cosas...

Ya pondré foticos cuando a Tam le salga del alma pasármelas!
Sed felices!


jueves, 18 de junio de 2009

FELICIDAAAAAD!





SI, SI SIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!

¡Terminé! Adiós exámenes, profesores cansinos y madrugones con noches en vigilia (y no por agotadoras noches de sexo, tranquilos). ¡SOY LIBRE! ¡LIBREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!

No os imagináis lo feliz que me siento, estoy con la sonrisa estúpida en la boca y la carcajada en la comisura de la boca a todas horas:




-Como te retumba el pecho...
-Tranqui, es sólo mi maltrecho corazón...


...que se encabrita cuando oye tu voz el muy cabrón.

jueves, 11 de junio de 2009

Murcia Murcita












AHÍ OS DEJO NAÍCA!