SI, SI SIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!
¡Terminé! Adiós exámenes, profesores cansinos y madrugones con noches en vigilia (y no por agotadoras noches de sexo, tranquilos). ¡SOY LIBRE! ¡LIBREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!
No os imagináis lo feliz que me siento, estoy con la sonrisa estúpida en la boca y la carcajada en la comisura de la boca a todas horas:
-Como te retumba el pecho...
-Tranqui, es sólo mi maltrecho corazón...
...que se encabrita cuando oye tu voz el muy cabrón.